La incomodidad y la falta de espacio solían empañar las pruebas de oposición. Por eso, la Comisión de Selección propulsó cambios que convierten el momento del concurso en una experiencia mucho más agradable.

 

Hasta hace muy poco, las pruebas de oposición implicaban siempre un momento de incomodidad: poco espacio, largas horas sin refrigerio, dificultades para llegar a Ciudad Universitaria. Todo esto hacía que la experiencia del concurso resultara fatigosa. Para solucionar esta situación, en su rol de Presidente de la Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial, el juez-consejero Leónidas Moldes propulsó cambios que logran un clima de mayor amabilidad para el desarrollo de los concursos.

Por jurisdicción

Así, ahora los exámenes se llevan adelante en la localidad de la Cámara de la jurisdicción de la vacante, lo que, además de fomentar el carácter federal de la selección, permite también elegir el sitio del examen para que resulte amplio y cómodo.

Nueva sede en CABA

Por otra parte, los concursos con numerosos postulantes que se desarrollen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ya pueden realizarse en el edificio de la calle Jean Jaures 545, lugar donde se llevan a cabo los remates judiciales y que depende de la Corte Suprema de Justicia de La Nación. Así, se evitan los traslados a la sede de Ciudad Universitaria, que muchas veces resultaban engorrosos.

 Buffet de cortesía

Además, la presidencia de Comisión de Selección dispuso que en cada examen se ofreciera una mesa buffet, para que los concursantes pudieran amenizar las largas horas que suelen durar los concursos.

El resultado de estos cambios ya se deja ver: un nuevo clima, más ameno, hace de la prueba un momento más cómodo, propicio para que los concursantes puedan resolver en condiciones óptimas los casos solicitados.  

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