Leopoldo Bruglia es uno de los candidatos que encabezan la lista de Compromiso Judicial para las elecciones del Consejo. Para él, trabajo, vocación, independencia y acompañamiento son cruciales en el día a día del quehacer judicial. En esta nota, escuchamos la voz de quien tiene más de treinta años de experiencia en el trabajo judicial.
En Compromiso Judicial
“Cuando empecé a frecuentar a la gente de Compromiso Judicial, me encontré con personas muy valiosas, que piensan como yo, que sienten la justicia como yo. Un grupo cristalino, con ideas diversas y buen debate”.
“Ya desde el primer momento, la percepción que yo tenía de Leo Moldes era de honestidad, trabajo y seriedad”.
“Junto a toda la vocalía, Moldes trabaja muy cerca de los jueces, los visita personalmente, toma convicción, conversa con ellos”.
Sentir la justicia
“Al empezar la carrera judicial, uno comienza a sentir lo que es la justicia, y en un momento se transforma en una pasión y una pulsión: esa es la mayor motivación que podemos tener los jueces”.
“El sentimiento de justicia lo tenemos todos; para los jueces, aplicarlo es una obligación que vivimos con pasión”.
La importancia de estar acompañados
“En decisiones complicadas, los jueces estamos solos y es difícil encontrar respaldo”.
“Lo peor que me ha tocado sentir es el abandono del sistema: no hay nada que te respalde o que te contenga, para sentir que no estás solo”.
“Por eso, ayudé convencido en la primera campaña de Compromiso Judicial, y me empecé a sentir bien: al fin podía trabajar desde adentro de la misma Asociación para hacer algo constructivo”.
Del lado de los jueces
“Un juez con un juicio político es un juez debilitado, vulnerable, influenciable: tenemos que resolver rápido esos juicios y manejarnos en forma inflexible en este tema. Ni el poder político ni la relevancia mediática de la denuncia pueden paralizarnos. Este es un punto básico en la gestión de un consejero juez”
“El estamento de los jueces en el Consejo, desproporcionado y debilitado como está frente a la representación política, debe unificarse en este objetivo común. Los jueces conocemos perfectamente las reglas que debemos aplicar y las formas de nuestra actuación: debemos tener la tranquilidad de poder resolver a conciencia lo que debemos”.
“El contenido de los fallos debe ser rápidamente descartado, fulminado como medio de promover un pedido de juicio político. La desestimación liminar es la única vía que corresponde aplicar en estos casos”.
También administrar
“Nombramiento y remoción de jueces: quién puede negar que son las dos funciones básicas del Consejo. Y no podemos dejar de darle entidad suficiente a la tarea de administración, que no es ni más ni menos que otorgarle a un magistrado las condiciones básicas para su trabajo, hay que prestarle mucha atención y dedicación a todo lo que conforma la estructura logística para la labor judicial”.
Seguir apostando a los concursos
“Los concursos deben fluir naturalmente. Me refiero a que debemos terminar con las demoras y trabas a las que ya lamentablemente nos acostumbramos. En el último año y medio se ha avanzado mucho desde la Comisión de Selección y debemos seguir superando la mora que lleva a tener un porcentaje elevadísimo de vacantes”.
Idoneidad y agilidad
“No puede haber otra condición de selección que no sea la idoneidad, la meritocracia es la única unidad de medida. Debemos concentrar la atención donde se encuentran los problemas que provocan las alteraciones en el curso natural y atacarlas, todos las conocemos. No puede llevarnos más de ocho meses resolver una vacante”.
Independencia en el Consejo
“El perfil politizado del Consejo es hoy el problema básico y fundamental que debe ser corregido. Este tema, aun en su complejidad, debe ser seriamente profundizado y superado”.
Trayectoria
Juez en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Número 4 de la Ciudad, y también Juez titular en la Cámara de Apelaciones en lo Criminal Correccional Federal, Leopoldo Bruglia tiene más de veinte años de trayectoria como juez, y más de treinta como miembro del Poder Judicial.
Egresado de la carrera de Derecho, comenzó su carrera judicial en el Fuero Civil, donde estuvo tres años. Luego, optó por el cambio al Fuero Penal: allí hizo toda la carrera judicial, hasta el año 1989. Más tarde sumó también experiencia en la administración pública y en el ejercicio de la profesión, hasta que, en 1993, regresó al Poder Judicial, ya en el cargo de Juez que mantuvo por más de veinte años.