GENERALES

15 de septiembre de 2021

Desde Compromiso Judicial, volvemos a repudiar las descalificaciones que el abogado Gregorio Dalbón emitió en contra de los miembros del Poder Judicial, del Ministerio Público Fiscal, de los integrantes del Consejo de la Magistratura, así como de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional. Según sus palabras, todos los estamentos de la Justicia estarían confabulando contra su persona para “mancillar su nombre”. Sin duda, el abogado mencionado parece no estar al tanto de que quienes tenemos cargos de responsabilidad en cada uno de los estamentos agraviados dedicamos nuestra tarea cotidiana al propósito de lograr una Justicia cada vez más independiente, transparente y eficiente.

De igual modo, desde Compromiso Judicial expresamos nuestra solidaridad hacia el Presidente de nuestra Asociación, el Dr. Marcelo Gallo Tagle, frente al inaceptable tweet del Dr. Dalbón, que publicó una fotografía de su domicilio particular, al que repudiamos enérgicamente.

Sin embargo, nos parece importante recordar que tenemos problemas más profundos y serios más allá de las declaraciones y actitudes de un abogado solitario. Nos referimos a las problemáticas que aquejan sistemáticamente a quienes trabajamos para la justicia, y cuya resolución se ve siempre demorada.

En primer lugar, el deterioro de la Obra Social del Poder Judicial de la Nación es de larguísima data, pero se ha hecho todavía más notorio en tiempos de pandemia, especialmente a causa de su pasividad a la hora de aportar soluciones ágiles para garantizar una adecuada atención a nuestra salud.

En segundo lugar, el indebido avance sobre los derechos en materia previsional tiene que seguir preocupándonos. Con medidas como la reforma operada mediante ley 27.546 y su resolución PREV-11-46, no sólo se impuso un sistema de aportes desproporcionados a cambio de futuras incertidumbres retributivas, sino que se afectó de manera grave a la garantía de inamovilidad que establece la Constitución, mediante la exigencia del cese en la función para poder acogerse al beneficio, provocando largos meses de desasosiego sin ningún tipo de ingreso económico.

En tercer lugar, la prolongada desigualdad de los magistrados nacionales y federales que tributan el impuesto a las ganancias, cuando en muchísimas jurisdicciones del país se han encontrado respuestas razonables, de manera de seguir incentivando la carrera judicial de los funcionarios.

Creemos también importante no olvidar los actos de espionaje ilegal que oportunamente hemos denunciado. Por último, y de suma gravedad, son los ataques violentos y amenazas que miembros del Poder Judicial y de los Ministerios Públicos han recibido de parte de imputados en causas de narcotráfico.

Por eso, desde nuestro espacio tenemos la certeza de que debemos trabajar conjuntamente para garantizar nuestra seguridad, nuestro trabajo, nuestros derechos y nuestra independencia, para proteger a la sociedad, mejorar la convivencia ciudadana y, así lograr la paz que resulta tan necesaria en el momento especial que atraviesa el país.